Gastritis: el mal que aterroriza cada vez a más godínez
Estás en la oficina, apurado por entregar un trabajo y tu jefe ya te pide tres más “para ayer”. Aparte, tienes los pendientes de mañana, más lo que se acumule. No saliste a comer y sólo puedes sobrevivir con un refresco de la maquinita y unos cacahuates. Es casi la hora de salida, estás “en llamas”, y para rematar, te empieza a doler la boca del estómago. ¿Te suena conocido?
Muchos creen que la gastritis se da por no comer a tus horas, consumir mucho picante, grasa, fumar… Y la verdad es que sí, pero la mala alimentación no es la única que puede originar sus síntomas. También hay una bacteria conocida como Helicobacter Pylori, que puede convertirse en tu dolor de cabeza (mejor dicho, de estómago). Pero el origen menos conocido de esta enfermedad es el estrés, ansiedad y nerviosismo, emociones que afectan más de lo que nos imaginamos.
Tratando la gastritis
Sus síntomas son muy similares a los del síndrome del intestino irritable, lo que implica inflamación, dolor, ardor y acidez. Lo importante es no dejar que la gastritis no se convierta en una compañera más de tu día a día. Ya que muchas personas se “acostumbran” y piensan que tomando antiácidos diariamente, acaban con el problema, y no es así.
Lo recomendable es acudir al médico, quien te evaluará e incluso podría pedirte algunos estudios clínicos, para confirmar qué tipo de gastritis es la que padeces. Actualmente uno de los mejores medicamentos que existen para tratar este problema es el esomeprazol, el cual ayuda a bloquear la acidez en tu estómago, para evitar los síntomas.
También es ideal que intentes relajarte realizando otras actividades en tus horas libres, que te desconecten del estrés, como ejercicio, clases de música, cocina, etc., todo con el fin de que tus emociones vuelvan a la normalidad y no afecten tu cuerpo.
En cuestiones de alimentación debemos tomar en cuenta que mientras más saludable, menos motivos le daremos a esta enfermedad para atacarnos. Para esto es importante incluir en nuestra dieta muchas verduras, arroz, pescado, frutos, y, sobre todo, mucha agua.