¿Cómo desinflamar las anginas? Revisa que tu tratamiento lleve esta sustancia activa
Si tienes dolor fuerte de garganta, amígdalas rojas e inflamadas o con una capa blanca o amarilla, fiebre, dificultad para tragar, etc., puedes padecer amigdalitis. Es una enfermedad muy común, pero es importante atenderla para evitar que se vuelva crónica. Sigue leyendo para conocer más sobre esta enfermedad y para enterarte de cómo desinflamar las anginas.
¿Qué son las amígdalas?
Las amígdalas o anginas son masas de tejidos que se ubican a los lados de la faringe, y forman parte del sistema linfático, junto con los adenoides.
Muchas personas tienen la creencia de que no sirven, pero su función es generar inmunoglobulinas. Éstas son un mecanismo de defensa que utiliza el cuerpo para protegerse de factores medioambientales y de ciertos procesos alérgicos respiratorios. En otras palabras, las amígdalas ayudan a atrapar los gérmenes que entran por la boca y la nariz para prevenir infecciones.
Sin embargo, al pasar los 14 o 15 años de edad, las amígdalas dejan de producir estas inmunoglobulinas y pierden su utilidad.
Cuando las anginas están rojas, inflamadas y duelen, y estamos hablando de amigdalitis. Aunque hay otros síntomas que ayudan a no confundir con otro tipo de dolor de garganta.
Síntomas y causas de la amigdalitis
Se trata de la inflamación de las amígdalas, y sus principales síntomas son:
- Dolor de garganta
- Dificultad para tragar
- Manchas blancas o amarillas en las amígdalas
- Tos
- Dolor de cabeza y oídos
- Fiebre
- Inflamación de ganglios linfáticos
- Congestión nasal
- Enrojecimiento de la superficie de la amígdala
Hay dos tipos de amigdalitis:
- Viral: Es más común en niños y adolescentes, y se da generalmente por el virus de la influenza, adenovirus, enterovirus, virus Epstein-Barr, virus del herpes simple, entre otros.
- Bacteriana: Se presenta más en jóvenes y adultos. Es causada por los Streptococcus pyogene, y normalmente se trata con antibióticos, por lo que debes acudir a tu médico.
Es muy fácil contagiarse de amigdalitis, ya sea de manera directa, es decir, con intercambio de saliva o contacto con objetos contaminados, o bien, a través del aire, por tos y estornudos.

Amigdalitis
Te decimos cómo desinflamar las anginas
Hemos llegado a la parte que más te interesa, y aunque la visita al doctor es lo más recomendable, te explicamos más sobre cómo desinflamar las anginas.
Oxitetraciclina
Es un antibiótico tetraciclínico extraído del Streptomyces rimosus, que es de amplio espectro y combate eficazmente a las bacterias. Este medicamento puede ser usados en otros tipos de infecciones. La encuentras en pastillas de 125 y 500 mg. Tu médico es quien te indicará la cantidad y el tiempo de tratamiento, según tus necesidades.

Oxitetraciclina
Paracetamol e ibuprofeno
El primero es un analgésico y antipirético que te sirve para calmar el dolor y reducir la fiebre, mientras que el ibuprofeno ayuda a desinflamar. Sin embargo, pueden funcionar como complemento para calmar los síntomas de la amigdalitis. El paracetamol está en presentación de 500, 650 y 750 mg., y el ibuprofeno está disponible en cápsulas de 200, 400, 600 y 800 mg. Aunque también vienen juntos para que no los estés comprando por separado. Estos medicamentos, así como el antibiótico que mencionamos arriba, los encuentras es cualquier farmacia de genéricos a un precio accesible.
Agua, limón y sal
Son muy conocidas las propiedades desinflamatorias de la sal, mientras que el limón es popular por su poder antibacteriano. Entonces si te preguntabas cómo desinflamar las anginas de manera natural, ésta es una gran opción.
Llena una taza a la mitad con agua tibia, y mezcla con el jugo de medio limón y una cucharada de sal. Después haz gárgaras durante unos quince segundos, repitiendo hasta que el agua se termine. Lo mejor es que sea varias veces al día. No olvides lavarte los dientes después para cuidar el esmalte del efecto corrosivo del limón.
Miel
Otro remedio es combinar una cucharada de miel de abeja con el jugo de 1 o 2 limones. Toma tres veces al día. La miel es antiinflamatoria y, junto con el limón, se vuelve un poderoso antiséptico.
Me sirvió de mucho. Gracias!
Qué bueno que te sirvió Juan Carlos! 😉