Unos días con diarrea, otros con estreñimiento, y es un cuento de nunca acabar, ¿te suena familiar? Es claro que tu digestión está alterada, pero, aceptémoslo, no solemos prestarle atención. Sin embargo, es importante estar pendiente, ya que pueden darte una idea de cómo andas de salud. ¡No te acostumbres a tener estos problemas! Conoce más sobre tu tránsito intestinal para estar mejor.

 ¿Qué es el tránsito intestinal y por qué es importante?

Para estar saludable, es fundamental que los desechos se eliminen adecuadamente, pero ¿a qué nos referimos con eso? Tu cuerpo es como una máquina y cada órgano tiene una función específica para que todo marche bien.

Así como el corazón bombea sangre a todos los órganos y el cerebro controla el sistema nervioso, el aparato digestivo tiene su propia tarea: transforma los alimentos para absorber los nutrientes que el cuerpo necesita, y se encarga de la eliminación de desechos, evitando que se acumulen. Esta vez nos centraremos justo en esta última función.

Desde que piensas en comer, tu sistema digestivo comienza a trabajar. Lo ingieres por la boca, y se va transformando conforme pasa por el estómago, el intestino delgado y el grueso; hasta este momento, ya se absorbieron los nutrientes que necesitas y los desechos están listos para ser eliminados.

Como tal, no hay un número de veces específico de idas al baño por día, esto depende de cada persona. Hay quienes van después de las comidas, como relojito, otros una vez al día e, incluso, hasta una vez en dos o tres días, es decir, cada persona tiene un ritmo intestinal propio. El problema comienza cuando hay una alteración en ese ritmo y aumenta el número de evacuaciones (diarrea) o se reduce (estreñimiento).

También toma en cuenta que la cantidad y calidad de los alimentos, así como el agua que consumes son, generalmente, los responsables de la alteración de tu tránsito intestinal.

Diarrea: síntomas y consecuencias

Todos en algún momento hemos padecido de diarrea, ya sea por una infección, una mala combinación de alimentos y/o bebidas, o algún otro problemilla de salud. Se trata del aumento de evacuaciones y, sobre todo, de la reducción de su consistencia, lo que en español se le conoce como “hacer aguado”.

No solo se trata de correr al baño, la diarrea viene acompañada de dolor abdominal, movimientos intestinales, náuseas, vómito, y hasta fiebre y escalofríos, si es infecciosa. Además, esto mismo te provoca deshidratación, pérdida de electrolitos, cansancio, desnutrición, sobre todo, si se presenta con frecuencia. Por eso, siempre debes atenderte a los primeros síntomas.

Estreñimiento: síntomas y consecuencias

Al contrario de la diarrea, el estreñimiento es la reducción de las evacuaciones y se le conoce como tránsito intestinal lento. Toma en cuenta lo siguiente para saber si lo padeces:

• Te esfuerzas mucho para evacuar, y en ocasiones no lo logras
• Dolor al evacuar
• A veces, has sangrado por el esfuerzo
• Te quedas con la sensación de querer hacer
• Evacuas menos de 3 veces a la semana
• Las heces son duras, secas, pequeñas y en forma de bolitas
• Espasmos o cólicos estomacales
• Dolor, inflamación y distensión abdominal
• Náuseas y vómitos
• Falta o reducción de movimientos intestinales

Si no evacúas, los desechos se acumulan y pueden contaminar tu cuerpo. Además, por el esfuerzo excesivo, son muy comunes las hemorroides e, incluso, las fisuras anales. Te repetimos, la alteración del tránsito intestinal te dice que algo no anda muy bien. ¡Mantente alerta!

Recomendaciones para regular tu tránsito intestinal

Checa estas recomendaciones que te ayudarán a regular tu tránsito intestinal; pero recuerda que, si es algo crónico o no se cura con cambios de hábito, debes acudir al médico para una revisión.

Fibra

Es un famoso regulador de tránsito intestinal, aparte te da saciedad, y contribuye a reducir el nivel de glucosa, colesterol y triglicéridos. Asegúrate de consumir 30 gramos al día. Búscala en cereales integrales, frutos secos, lenteja, garbanzo, frutas y verduras como manzana, brócoli, espinaca, zanahoria, peras, etc.; prefiérelas crudas y, si es posible, con cáscara, para conservar sus nutrientes.

Agua

Va de la mano con la fibra, de lo contrario, esta no te va a funcionar. Bebe de litro y medio a dos litros de agua diario; te ayudará a que la fibra se mueva fácilmente en el tracto digestivo, mejorando tu digestión y eliminando los desechos.

Ejercicio

Te permite fortalecer los músculos del abdomen, estimulando a los intestinos y regulando la digestión para mejorar el ritmo intestinal. Además, aumenta el metabolismo, evita la sensación de pesadez, controla el estrés y el apetito, ayudando a que tu pancita se sienta mejor.

Ayuda antiespasmos

Si tienes espasmos y molestias estomacales, puedes recurrir a algún medicamento antiespasmódico. Uno muy bueno es el bromuro de pinaverio, que te ayudará a relajar los músculos y órganos abdominales. También se utiliza para tratar la colitis, síndrome de intestino irritable, así como otros trastornos gastrointestinales y algunas enfermedades de la vesícula biliar. Y si está combinado con dimeticona, es mejor, porque elimina gases y reduce el dolor. Lo encuentras, sin problema, en farmacias de genéricos.

La diarrea y el estreñimiento parecen contrarios, pero, al final, son alteraciones del tránsito intestinal. Así que trata de seguir estas recomendaciones para prevenir que te sucedan, NO para curarte; y ante cualquier duda, consulta a tu médico.