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5 aspectos a tomar en cuenta en una fórmula de leche para recién nacidos

Si estás pensando en alimentar a tu bebé con fórmula, sin importar la razón, quizá te surjan muchas dudas. Lo primero que debes saber es que, después de la leche materna, las fórmulas de leche para recién nacidos son la mejor opción. Por eso te enlistamos 5 aspectos que debes tomar en cuenta para elegir lo más adecuado para tu pequeño.

¿Qué buscar en una fórmula de leche para recién nacidos?

¿Darle leche materna o fórmula? Sin duda, es una de las decisiones más importantes que debes tomar como madre. Y antes de encontrar a la ganadora, hay que tener en cuenta la edad y el peso de tu bebé, así como sus necesidades nutricionales, las cuales puede proporcionarte el pediatra. Teniendo esto claro, ahora pasemos a los puntos principales para escoger una fórmula de leche para recién nacidos.

  1. Presentación

En el mercado hay tres presentaciones de fórmulas:

  • Lista para usarse: Sólo abres y sirves, es muy práctica. Se usa cuando el bebé nació con poco peso o si su sistema inmunológico es delicado, ya que es estéril. Sin embargo, es más cara que otras presentaciones. Cuando está abierta, debe consumirse antes de 48 horas.
  • Fórmula líquida concentrada: Debes mezclar agua y fórmula en partes iguales, por eso debes leer las indicaciones del empaque. Es una opción menos costosa.
  • Fórmula en polvo: Es la presentación más económica y te permite preparar sólo lo que requieras. Los otros productos ya vienen con una cantidad específica. Sigues las instrucciones cuidadosamente para proporcionarle a tu bebé los nutrientes que necesita. Una vez abierta, tienes un mes para consumirla. Una muy buena opción es la marca Infacare, una fórmula para lactantes de 0 a 6 meses. Viene en lata de 400 gr. y está fortificada con hierro. Además, la encuentras en cualquier farmacia de genérico a un precio menor que otras marcas y con los mismos beneficios.

Leche para recién nacidos

  1. Tipo

  • Basada en leche de vaca: Es la fórmula de leche para recién nacidos más común, ya que tiene un balance adecuado de grasas, vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos. Casi todos los bebés la toleran. Se altera para que se parezca lo más posible a la leche materna.
  • Basada en soya: Está hecha con una proteína vegetal y no contiene lactosa. También es modificada para que pueda digerirse con facilidad. Suele utilizarse cuando los padres son veganos, pero en cuestión médica, son pocas las razones por las que se usa como: intolerancia a la lactosa, alergias, o cuando el bebé no puede convertir el azúcar en la lactosa de la leche en energía.
  • Fórmula hidrolizada: Se le conoce como predigerida porque las proteínas se descomponen en partículas pequeñas que son más fáciles de digerir. Tu bebé podría necesitar este tipo de fórmula si tiene alergias, o dificultades para absorber nutrientes.
  • Fórmula deslactosada: Sirve cuando tu pequeño es intolerante a la lactosa o no la puede digerir. Generalmente se reemplaza con un azúcar diferente, como la miel de maíz.
  • Fórmula para bebés prematuros y de bajo peso al nacer: Contiene más calorías y proteínas, así como un tipo de grasa que se absorbe más fácilmente llamada triglicéridos de cadena mediana (MCT).
  • Fórmulas metabólicas: Para bebés que necesitan una alimentación muy especializada.
  1. Contenido: Nutrientes

Lo más importante en que debes fijarte cuando compras una fórmula de leche para recién nacidos, es su contenido nutricional. Checa los componentes que contribuyen al buen desarrollo de tu bebé:

  • Luteina: Ayuda a que tenga mejor salud ocular y favorece su adecuado desarrollo cerebral. Fortalece huesos y ayuda a la absorción del calcio. Protege el sistema inmunológico, el aparato digestivo y el sistema óseo.
  • Nucleótidos: Actúan en la maduración del sistema digestivo, mejoran el metabolismo de las grasas y mejoran los mecanismos de defensa del bebé.
  • Probióticos: Refuerzan la flora bacteriana del recién nacido, mejorando la digestión y estimulando el sistema inmunológico.
  • Ácidos Grasos: Esenciales en el correcto desarrollo de la función cognitiva y visual del bebé.
  • Vitaminas y minerales: La mayoría de las leches de fórmula vienen enriquecidas con vitaminas A, B, C y D, que sirven para desarrollar y fortalecer el sistema inmune y el desarrollo de los huesos. También deben contener hierro para prevenir la anemia.
  • Carbohidratos: La lactosa es la fuente principal de carbohidratos tanto en la leche materna como en las fórmulas basadas en leche de vaca. Otras opciones son la maltodextrina de maíz, sucrosa, almidón de maíz modificado o sólidos de jarabe de maíz.
  • Proteínas: La leche materna contiene aproximadamente 60% de suero y 40% de caseína. La mayoría de las fórmulas tienen un contenido de proteínas similar. También está la soya como fuente de proteína.
  • Aminoácidos: Se agregan a las fórmulas de soya y de leche de vaca, para igualar la cantidad de aminoácidos que hay en la leche materna.

  1. Cantidad

La cantidad de fórmula de leche va a depender de la edad y peso de tu pequeño.

Los recién nacidos comen cada dos o tres horas. Dale 45 a 60 ml. de fórmula en cada toma, y ve aumentando poco a poco hasta llegar de 60 a 90 ml. cada tres o cuatro horas. Conforme crece tu bebé, también lo hace su estómago, por lo que debes incrementar la cantidad hasta los 240 ml. aproximadamente.

Cuando tu bebé no come alimentos sólidos, también puedes calcular la cantidad que necesita de esta forma: 80 ml. por cada 500 gr. de su peso. Por ejemplo, si tu recién nacido pesa 2.7 kg, debes darle alrededor de 445 ml. en 24 horas.

Estas cantidades no son exactas, son pautas para que te guíes, pero tu mejor opción es observar y atender las necesidades de tu bebé. Es decir, fíjate si se queda con hambre, cuando está satisfecho, etc. Además, esa cantidad puede variar, no todos los días querrá lo mismo.

  1. Uso correcto

  • Cuando los biberones sean nuevos, ponlos a hervir durante 5 minutos.
  • Después de cada comida, lava todo lo que uses para preparar la fórmula.
  • Ten siempre presente la fecha de caducidad para evitar problemas.
  • Siga las instrucciones del empaque y llene el biberón con la cantidad correcta de fórmula.
  • Utiliza únicamente la cuchara que viene incluida en el envase.
  • Asegúrate de llenar el biberón con la cantidad correcta de fórmula y agua, en caso de que sea en polvo. De esta forma, evitas que se diluyan los nutrientes o que le provoque diarrea o deshidratación a tu bebé.
  • Trata una marca al menos dos semanas para ver cómo reacciona tu pequeño y ver si le funciona. Cuando encuentres la fórmula ideal para tu bebé, no la cambies.

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