¿Te recetaron clorhexidina para la gingivitis? Aquí lo que debes saber
Fuiste al dentista y dijo que el mal aliento es el menor de tus problemas, por eso te indicó clorhexidina. ¿Clorhe qué? ¡No te espantes! No es algo malo, se trata de una sustancia muy utilizada por los odontólogos y que tiene muchos usos. Si te la recetaron por tu problema de gingivitis, es importante que sepas qué es y para qué sirve. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la gingivitis?
Empecemos por lo primero, entender qué es gingivitis. Se trata de una enfermedad bucal muy común que se caracteriza por encías inflamadas, sangrado, irritación y enrojecimiento. Entonces si notas sangre en tus encías cuando te cepillas los dientes, es buen momento para acudir con el especialista.
La principal causa de la gingivitis es la placa dentobacteriana, que se compone de bacterias y residuos de alimentos; si no retiras diariamente esta placa, se convierte en sarro y puede provocarte mayores problemas.
Pero no todo tiene que ver con una mala higiene bucal. Existen factores de riesgos que favorecen la aparición de la gingivitis:
- Diabetes mal controlada
- Cambios hormonales
- Consumo de algunos medicamentos y pastillas anticonceptivas
- Dientes mal alineados
- Ciertas infecciones y enfermedades
Las encías son vulnerables, aunque, aceptémoslo, a veces no las cuidamos, y es cuando llegan las consecuencias sin darnos cuenta. Pero tenemos dos noticias para ti. La buena es que la gingivitis no duele y es fácil de tratar; la mala es que, si no se hace a tiempo, puede provocar periodontitis, una enfermedad más complicada. Este padecimiento es infeccioso y afecta los tejidos que rodean, sostienen y protegen los dientes (periodonto); cuando esto pasa, suelen caerse las piezas, así que cuidado.
Si aún no tienes ninguna de estas enfermedades bucales, te damos estas recomendaciones para prevenirlas:
- Lava tus dientes después de cada comida. Checa con tu dentista la técnica correcta.
- Usa hilo dental para acabar con los restos de alimentos que se quedan entre los dientes; también puede servirte un cepillo interdental.
- Acude con el odontólogo al menos dos veces al año para una revisión preventiva.
- Dile sí al enjuague bucal, el complemento ideal para tu rutina de limpieza.
Clorhexidina, más que un enjuague bucal
Si es tarde y la salud de tu boca ya está comprometida, la clorhexidina será una gran aliada.
Es un enjuague bucal, pero va más allá de solo refrescar tu aliento. Se trata de una sustancia antiséptica para controlar y eliminar las bacterias, inhibiendo la formación de la placa bacteriana y caries; además se usa para evitar infecciones después de intervenciones odontológicas como cirugías, extracciones, implantes, etc.
Los especialistas lo utilizan para el tratamiento de la gingivitis y periodontitis, combatiendo la inflamación de encías, sangrado y hasta úlceras.
Como cualquier tipo de enjuague, recuerda no tragarlo, solo haz buches y escupe; tampoco debes diluirlo con agua porque viene en las concentraciones adecuadas para cumplir su función.
Puedes encontrar la clorhexidina en presentación de gel, spray, pasta y solución; esta última opción es la que suelen recetar los dentistas. Búscala en cualquier farmacia, hasta en las genéricas, a un precio económico para olvidar los pretextos de no cuidarte.
Es importante usar la clorhexidina por poco tiempo (no más de 21 días), para impedir que tus dientes se tornen amarillos. Otra recomendación es evitar ciertas sustancias como té, café, vino y cigarros durante el tratamiento. ¡Ojo! Esa coloración amarillenta puede quitarse con la limpieza dental, pero mejor hay que evitarlas.
Normalmente se utiliza 3 veces al día después del cepillado, pero tu dentista te indicará dosis y tiempo de tratamiento.
Mantener tu salud bucal no es tan difícil, y te aseguramos que es mejor prevenir que lamentar.
Muy valiosa información la que proporconan en esta pagina.
Gracias Raúl! Si conoces un remedio que consideres sea muy bueno para aliviar algún malestar en general, te invitamos a compartirlo con nosotros. 😀