💗 El cansancio me ganó la carrera (y entendí que no era flojera)

🧃 Cansancio nivel “batería en 1%”
Desperté con el alma arrastrando los pies. No tenía energía ni para pelearme con el despertador. Tomé café, luego otro, y otro más… pero mi cuerpo seguía en modo avión. Dormí mis ocho horas, así que no era falta de sueño: era ese cansancio que se instala con renta fija y no hay filtro que lo disimule.
⚡ Lo que aprendí sobre el cuerpo sin energía
El cuerpo no solo quiere dormir, quiere gasolina buena. Si lo alimentas con prisas y estrés, se apaga. Lo noté cuando empecé a sentir los músculos flojos, las uñas frágiles y el humor digno de telenovela. No era flojera, era mi cuerpo pidiendo nutrientes, y yo ignorándolo como correo del SAT.
💡 Mi consejo de supervivencia
Ahora desayuno en serio. Nada de “solo café con pan”. Y cuando el cuerpo se queja, escucho. Un día mi vecina —esa que siempre tiene energía para vivir y barrer la banqueta a las 4 am— me soltó: “Tú lo que necesitas son mis gomitas mágicas Multi-GOMI Calcio y Vitamina D3o”. Me reí, pero la curiosidad me ganó.

🧍♀️ La anécdota que me cambió la pila
Le pregunté de dónde las sacaba y me dijo: “En la farmacia del doctor bonachón, el que baila feliz”. Las probé y, no te miento, en pocos días sentí el cambio. Ya no cargo el cansancio como mochila de repartidor a domicilio y hasta tengo energía para bailar mientras trapeo.
✨ Cierre
Aprendí que la energía no se finge con café: se construye con lo que le das al cuerpo. Así que cuando me preguntan mi secreto, solo guiño un ojo y digo: “Me lo pasó mi vecina… y el doctor que baila con ritmo y vitaminas”. 💃💙
