Hábito de morderse las uñas, ¿qué está detrás de este trastorno?
El hábito de morderse las uñas va más allá de lo estético, y no se trata sólo de una manía. Este trastorno se conoce como onicofagia, y puede deberse a diferentes razones y causar varios problemas. Sigue leyendo y descubre qué significa morderse las uñas y qué hay detrás de este trastorno.
¿Qué es la onicofagia?
El significado de onicofagia es un acto compulsivo en que las personas tienen el hábito de morderse las uñas. Quizá se escuche sencillo, porque es un trastorno común. Todos conocemos a alguien que siempre tiene las manos en la boca. Y a veces no le damos mucha importancia, al contrario, lo tomamos como algo molesto o de plano nos da igual. Pero no sabemos en el fondo por qué se muerden las uñas.
¿Qué hay detrás del hábito de morderse las uñas?
El hábito de morderse las uñas es común tanto en niños como en adultos y tiene un origen de carácter psicológico. Generalmente se asocia a la tensión, ansiedad y nerviosismo, que sobrepasan la capacidad de la persona para lidiar con momentos difíciles. De hecho, la Asociación Americana de Psiquiatría lo califica como un trastorno obsesivo-compulsivo.
Esta costumbre puede presentarse por diversas situaciones. Es muy frecuente en los bebés que se encuentran en la etapa oral. Ellos descubren el mundo llevándose todo a la boca y las manos no son la excepción. A otros niños les genera satisfacción, pero conforme crecen desaparece este hábito. También suele pasar que al ver a sus padres morderse las uñas, los imitan hasta que se convierte en una costumbre.
En etapa escolar y en la adolescencia puede presentarse al estar en exámenes, cuando deben exponer, tienen algún partido importante, e incluso cuando, sufre de bullying o hay problemas en casa.
Este hábito puede continuar de adultos. De igual manera, en momentos de estrés como exceso de trabajo, un ascenso, presentaciones importantes, etc. Sin embargo, también suelen morderse las uñas por trastornos ansioso-depresivos, ya sea por baja autoestima, tristeza, aburrimiento, entre otros.
Este impulso inconsciente sirve como un escape de los problemas; da un respiro para sobrellevar la tensión, el miedo y los nervios. Sin embargo, existen otras causas psicológicas de morderse las uñas. Entre ellas están la auto agresión física, ya que, en ocasiones, pueden provocarse heridas en los dedos, labios y encías.
¿Por qué es malo morderse las uñas?
Aunque parezca inofensiva, esta costumbre puede llegar a provocar otros problemas. No sólo se trata de que las manos luzcan mal. Cuando una persona tiene el hábito de morderse las uñas, se provoca heridas tanto en dedos, como en labios y encías. Esto puede desarrollar inflamaciones, infecciones e incluso, problemas dentales.
Este impulso hace que las uñas crezcan de forma inadecuada o tarden en crecer. También deja lesiones en las cutículas, molestias en los dedos y hasta provoca deformidades, dificultando las actividades cotidianas. Puede generar dolores cervicales y en mandíbula, ya que los músculos hacen un mayor esfuerzo para quitar los fragmentos de uña.
Significado de onicofagia
¿Cómo evitar el hábito de morderse las uñas?
Los momentos de tensión y nervios siempre estarán presentes, pero no debes acostumbrarte al hábito de morderse las uñas. Necesitas atención psicológica para entender y atacar las causas de este problema. Sin embargo, puedes hacer cosas por tu cuenta para calmar un poco estos impulsos:
- Mantén tus uñas cortas.
- Usa esmaltes especiales o con sabor amargo, que son inhibidores de mordeduras y transparentes para el caso de los hombres. O pinta tus uñas con grandes diseños, así no te atreverás a morderlas.
- Lleva un diario para identificar los factores que provocan este hábito.
- Cuando sientas ganas de morder tus uñas, respirar profundamente varias veces para calmar la ansiedad.
- Procura hacer actividades que mantengan tus manos ocupadas.
- Cubre tus uñas con curitas o usa uñas postizas.
Hay varias formas de evitar que muerdas tus uñas, pero la más efectiva es tratando el problema de fondo con ayuda profesional. No permitas que este hábito domine tu vida.
