¿Cuántas veces has perdido tus llaves y resulta que estaban en la bolsa del saco o frente a ti? Pues sí, puede ser un descuido que a cualquiera le pasa. Pero si con el paso de los años estas situaciones se repiten, puede tratarse de algo más grave.

La pérdida de memoria a corto o largo plazo es una de las enfermedades que llegan con la vejez. La más conocida es el Alzheimer, que incapacita a quien la padece. Esto es porque la mayoría de las veces además de desconocer su propio hogar, incluso olvida quién es él mismo.

¿Hay cura para la pérdida de memoria?

Los expertos no tienen una cura definitiva para esta enfermedad. Sin embargo, de forma milenaria, los chinos han utilizado ginkgo biloba. Hoy en día se ha convertido en un medicamento herbolario auxiliar en la activación de las funciones del cerebro. Así mejora la memoria y la concentración.

Este árbol, cuyos beneficios están en sus hojas, crece sobre todo en los países de oriente, como Japón, Corea y China, aunque actualmente puede encontrarse en todo el mundo. Puede llegar a medir hasta 30 metros de altura, y se le han atribuido propiedades sobre todo relacionadas a una mejor circulación, que pueden ayudar en problemas como cefaleas, vértigo, desorientación y discapacidad cognitiva.

El ginkgo biloba puede ser utilizado en varias presentaciones, desde las hojas secas en té, hasta su tintura, extracto líquido, cápsulas que puedes encontrar en la farmacia como Nemoril, o hasta en gel para ayudar a las várices. En definitiva, la mejor forma de recibir sus beneficios es a través de las cápsulas, ya que estas contienen una cantidad de sustancia activa, que, de acuerdo a investigaciones médicas, es la más indicada para el ser humano. Normalmente, se recomienda tomar una cápsula de 40mg, 3 veces al día, junto a los alimentos.